A los niños les encantan los petit suisse y es una receta muy sencilla de hacer en casa. Por eso, te animo a que pruebes a hacerla y verás que, además de ser más sana, queda igual de rica.

Es verano y uno de los grandes clásicos que recuerdo de mi niñez es congelar los petit suisse para comerlos como helado. Y por eso, me apetece contaros hoy esta receta. En primer lugar, vamos con un vídeo en el que se ve como yo preparo este postre:

INGREDIENTES

• 1/2 kg de fresas. Si no las encontráis frescas, ahora hay muchos supermercados que las venden congeladas.
• 300 g de queso crema.
• 200 g de azúcar (aunque podéis reducir esta cantidad todo lo que queráis).
• 400 ml de nata para montar, 38 % en materia grasa.
• 1 sobre de cuajada o 2-3 hojas de gelatina.

ELABORACIÓN

PASO 1. Cortamos todas las fresas en trozos pequeños y las añadimos junto al azúcar a un cazo con el fuego medio-alto. Removemos teniendo cuidado de que no se pegue la mezcla en el fondo del cazo.

PASO 2. Cuando la mezcla hierva, se añade la cuajada o gelatina y se apaga el fuego. Se añaden el queso crema y la nata y se remueve hasta que todo quede bien mezclado.

PASO 3. Batimos toda la mezcla y dejamos enfriar en pequeños moldes en el frigorífico, para dejar que la mezcla cuaje.

¡Listo! Hemos terminado la receta en estos tres pasos. Como te decía al principio, en verano una muy buena idea es congelarlo y comerlos como si fueran helados. Para ello, te recomiendo que en lugar de vasos, introduzcas la mezcla a congelar directamente en moldes para helados o polos y así será más sencillo de comer.

Si no tienes, no te preocupes. Un clásico es el de usar un recipiente de yogur ya usado y añadir una cucharilla o palito para  comer el helado. En la imagen podéis ver a qué me refiero:

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