¿Qué comeremos en 2050?
Cada vez se habla más sobre los alimentos del futuro y sobre qué será lo que comamos en 2050. Solo quedan poco más de 30 años y las incógnitas aumentan mientras los científicos buscan soluciones.
Es posible que te estés preguntando por qué he decidido referirme a esta cifra en lugar de a otro año. Pues lo que sucede es que la población mundial en 2050 alcanzará con mucha probabilidad los 10 millones de personas, una cifra que nos hará replantearnos la alimentación tal y como la conocemos. De hecho, se cree que en este momento tendremos que duplicar la producción de alimentos pero utilizando el mismo terreno.
Antes de contarte qué cambios tendremos en la alimentación, me gustaría hacer un repaso rápido por los diferentes cambios que ha sufrido anteriormente nuestra forma de alimentarnos.
¿Cómo ha cambiado la alimentación a lo largo de los tiempos?
El primer cambio claro en la alimentación sucedió en la época neolítica hace 10.000 años cuando las civilizaciones pasamos de ser únicamente recolectoras y cazadoras para cultivar plantas y criar animales. Más tarde, comenzaron a descubrir la transformación de determinados alimentos a partir de bacterias (aunque en aquella época se desconocía el porqué). Así surgieron la cerveza o el pan.
En los tiempos del imperio romano, surgieron los primeros conservantes de alimentos como el vinagre o la salmuera y se comenzó a utilizar técnicas como el escabechado o el ahumado.
En definitiva, poco a poco, las civilizaciones fueron descubriendo diferentes técnicas y procesos que les llevaron a disponer de alimento cuando lo necesitaran y también a conservar los productos durante más tiempo. Actualmente, hemos perfeccionado enormemente estas técnicas, pero la idea es la misma: mejorar la productividad para obtener alimento y conservarlo en perfectas condiciones el máximo tiempo posible.
¿Cuál es la situación actual?
Como te decía, es necesario que los productores de alimento obtengan el doble de producto con el mismo terreno. No obstante, aunque esto pueda parecer complicado en un principio, si aplicamos la tecnología actual y cuidamos el planeta, será posible llevarlo a cabo.
El problema fundamental es precisamente el cuidado del planeta. Nuestras plantas y cultivos actuales han sido domesticados durante mucho tiempo para lograr su productividad en climas generalmente suaves. Sin embargo, actualmente el cambio climático ya está produciendo desastres en zonas de cultivo por precipitaciones excesivas o cambios bruscos de temperatura.
Por otro lado, también tenemos que preocuparnos por el agua. Los cultivos (y consiguientemente el ganado) requieren grandes cantidades de agua dulce que actualmente obtenemos de reservas como acuíferos, que también se están agotando. En cualquier caso, es imprescindible que no dejemos pasar ni un día más para tomar serias decisiones en cuanto al cuidado de la Tierra.
¿Qué novedades podemos incluir en alimentación para 2050?
Además de toda la tecnología (drones, sistemas de optimización de riego, satélites y maquinaria agrícola), hay una clave fundamental para conseguir los alimentos del futuro para 10 millones de personas: los organismos modificados genéticamente. Los expertos confían en que dentro de tres décadas van a coexistir dos tendencias claras:
- Productos sostenibles y de proximidad. Es muy probable que la gran mayoría de la agricultura como tal se traslade a las ciudades, que se llenarán de huertos urbanos para intentar conseguir el autoabastecimiento.
- Creación de nuevos alimentos. La proteína procedente de carne y pescado es cada vez menos sostenible. En concreto, la carne es poco eficiente de producir por toda la energía, agua y terreno que requiere y en cuanto al pescado también habrá un agotamiento importante en los océanos. Por ello, se está comenzando a producir carne y pescado procedente de proteína vegetal y se trabaja también en otras soluciones como la creación de carne y pescado a partir de células in vitro. La empresa Wild Type ya ha conseguido crear pescado más sostenible.
Otros alimentos del futuro
Además de todo esto, se cree que los insectos también podrían empezar a formar parte de los alimentos del futuro. De hecho, en países como Malasia e Indonesia, han empezado a criar mosca negra soldado, con el objetivo de utilizarla como pienso para animales.
La masa microbiana es otra de las soluciones que se plantean en un futuro para conseguir suplir las proteínas de nuestra dieta. Si quieres saber más sobre qué es la masa microbiana, en este post te lo explico: ¡Aliméntate con microorganismos!
Por último, también se está hablando mucho de las impresoras 3D. Aunque el coste en estos momentos sería bastante elevado, se cree que algunos hogares podrían disponer de esta técnica para así elaborar platos conformes a los gustos de cada persona. Esta forma de cocina inteligente se puede proponer como solución para acabar con problemas de alimentación que generan sobrepeso y obesidad.
En resumen, 2050 es un límite claro para la alimentación. De todas estas novedades, ¿cuáles crees que prosperaran? Y lo más importante: ¿cuáles te gustaría que lo hicieran?
Espero que te haya gustado este artículo sobre los alimentos del futuro. Si quieres, puedes leer más relacionados con estos temas en nuestra sección de Ciencia. Y recuerda que si te interesa que hable sobre algún tema, no tienes más que pedírmelo en comentarios.